viernes, 31 de mayo de 2013

En la cúspide

Un alumno brillante,
el mejor de su promoción,
sin alma, solo ambición.
Un tiburón almidonado
siempre hacia delante.
Entregado a su causa,
cuando come negocia
hasta lo que bebe.
La sociedad le sirve
para servirse de ella.
Huye de la empatía
como de una cuenta vacía.
Armado de cheques en blanco
acabará comprándose un banco.
La jugada ideal
que lleva a la cúspide social.
Típico final para quien no tiene principios.


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