Cuando estaba a punto de iniciarme
en los secretos de la agricultura ecológica
en un terreno que del cielo me llovió,
llegó una oferta irrechazable de la inmobiliaria
que me dejó sin palabras,
y a la que solo pude responder
pronunciando un número ligeramente mayor.
Ahora me dedico a la filantropía
financiando proyectos de gente
totalmente entregados a mi causa.
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