Fotografía tomada de elurbanita.com |
Atraída por tantas bondades y la promesa de un delicioso sabor, en mi última visita al pueblo para aprovisionarme de comida, cogí un paquete de quinoa de la estantería de la tienda, pero de repente mis ojos toparon con una frase impresa en el paquete: "Cultivado en el altiplano boliviano". Un momento. ¿El altiplano boliviano? Eso me sonó muy, muy lejano de la meseta de la península Ibérica, que es donde yo vivo.
Fotografía tomada de kikaboni.com |
Bueno, pensé entonces, tal vez el éxito que la quinoa está teniendo en los mercados de los países ricos sea beneficioso para los territorios donde se cultiva, situados entre 2.800 y 4.000 metros de altitud y en su mayoría deprimidos. Así que seguí mi búsqueda por internet y la información que encontré me llevó a la conclusión de que la población de esas zonas mejora su nivel de vida y se frena el éxodo a las zonas urbanas. Sin embargo, se agrava el problema del acceso a la tierra, ya que los grandes cultivadores la acaparan, y se abandonan otras actividades como la ganadería, que hasta hace poco habían servido como alternativa durante las épocas en las que que el cultivo de la quinoa no aportaba ningún beneficio. Este abandono de las actividades paralelas supone un grave riesgo, pues si la cosecha no es buena o se pierde, los campesinos carecen de cualquier otro apoyo económico. Es lo que suele suceder cuando se sustituyen los sistemas de economía de subsistencia por otros en los que se prima el beneficio económico. Hay incluso instituciones que están alertando de que, debido al aumento de las exportaciones, se están abandonando las técnicas tradicionales de cultivo en las que se alternaban cosechas con épocas de barbecho durante las que los animales fertilizaban el suelo, de modo que se corre el riesgo de esquilmar unos terrenos ya de por sí pobres.
Fotografía tomada de otromundoesposible.net |
Al final decidí quedarme sin comer quinoa. Y si alguna vez viajo al altiplano boliviano o sus alrededores, me hincharé de ella, en vez de volverme loca tratando de encontrar en las tiendas bolivianas ese arroz tan rico que cultivan en Valencia y que tantas propiedades tiene. Casi un superalimento dicen que es.
En Sevilla ya la están cultivando :)
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