El proceso para elaborar este jabón se inicia en primavera, cuando empieza a subir la temperatura y brotan las primeras caléndulas en el huerto. Recogemos las flores a diario, y en cuanto llegamos a casa las metemos en botes de cristal, las cubrimos con aceite de oliva y las colocamos en el alféizar de la ventana para que maceren al sol y las estrellas durante 30 días. Es importante utilizar un aceite de buena calidad, porque la fabricación de jabón es como lo cocina: para obtener un buen resultado hay que emplear buena materia prima.
Caléndulas recién recolectadas |
Caléndulas macerando en aceite de oliva |
Transcurridos 30 días, el aceite ha adquirido un precioso tono anaranjado y está listo para preparar el jabón. Así que, lo colamos, estrujamos bien las flores para que suelten todo el aceite que han absorbido y ya está, un magnífico aceite de caléndula con infinidad de propiedades beneficiosas para la piel.
Este jabón lo fabricamos con tres ingredientes únicamente: aceite de caléndula (1.000 gr.), agua (322 gr.) y sosa cáustica (134 gr.). Para que el jabón quede suave y agradable es importante pesar los ingredientes con precisión, así que conviene utilizar una báscula electrónica.
El primer paso es echar la sosa en el agua (IMPORTANTE: nunca el agua sobre la sosa porque se produce una reacción un poco violenta y peligrosa) y remover con una espátula resistente al calor hasta que esté bien mezclado, teniendo cuidado en todo momento de no respirar los vapores que genera la mezcla. Esta parte es la única un poco "peligrosa" porque la disolución de agua y sosa es tremendamente abrasiva, así que cuidado con salpicarse las manos o la cara.
Mezcla lista para echar en los moldes |
Jabón en los moldes |
Jabón tapado con mantas |
Una vez que el jabón ha cuajado, se echa en los moldes, se cubre con papel (de horno, folios blancos...) y se tapa con unas mantas para que repose durante 24 horas. Es importante tapar el jabón para que la temperatura de la mezcla vaya descendiendo poco a poco y finalice el proceso de saponificación que ha empezado en el recipiente donde lo hemos mezclado.
Después de 24 horas el jabón se habrá endurecido y podremos sacarlo de los moldes. El último paso será colocarlo en bandejas aireadas o tableros, taparlo con papel y dejarlo reposar durante cuatro semanas. Esta fase se denomina curado del jabón y en ella la sosa pierde toda su causticidad, por eso es importante ser paciente y esperar las cuatro semanas ¡enteritas!
¡Y ya está!, un jabón suave y magnífico para lavarse tanto el cuerpo piel como el pelo.
Jabón listo para el proceso de curación |
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