martes, 8 de diciembre de 2015

Aprovechando el puente de la Constitución para hacer una cumbre del planeta, en concreto, una cumbre de la sierra de Gredos

1.

El representante de Rusia está dispuesto a hacer lo necesario con tal de salvar el planeta. De hecho, si el resto de países se comprometen a poner encima de la mesa 150.000 millones, mañana mismo se pone a ello.

El representante de Senegal sabe que cuenta con poco margen de maniobra en la cumbre. Es más, lo único que puede hacer es pasar la gorra entre los asistentes y esperar que la contribución deje un buen porcentaje en su patrimonio personal.

El representante español mira el desarrollo de la cumbre totalmente ojiplático, aunque tiene muy claro lo que va a decir: "España está dispuesta a hacer cualquier sacrificio con tal de salvar el planeta. Ahora bien, si el resto de países quieren contribuir económicamente a esta cruzada, aceptaremos encantados cualquier cantidad con tal de que se pueda administrar por vía subvención".

El representante francés dice que ahora Francia tiene otras prioridades.

El representante de Siria no puede asistir a la reunión porque le coincide con un negocio de venta de armas.

El representante suizo se ofrece con muy buenas palabras a ser el tesorero de la cumbre.

El representante cubano sostiene que Cuba no contamina nada, y el resto de países le aplauden con locura y le jalean en plan campeón, tú si que sabes.

El representante de China lo tiene superclaro: 1.000 millones de chinos a 1.000 dólares cada chino hacen un total de 1.000.000.000.000 por salvar la parte del planeta que les toca.

... Y la cumbre siguió de esta guisa hasta que se acabó el pastel.

2.

Bien podría ser cierto que ni los osos ni las jirafas
fueran responsables en modo alguno
del alto grado de contaminación del planeta,
y que los verdaderos responsables, en realidad,
fueran los llamados seres humanos.

Incluso podría ser cierto que, entre esos humanos,
fueran los altos jerarcas los responsables supremos.
Pero lo que es totalmente cierto 
es que la contaminación del planeta
es el reflejo de nuestra propia contaminación interior.
La prueba de que la conciencia también muere
cuando no se la ejercita cada día.

En cualquier caso, qué se puede decir:
es tan difícil predecir el futuro,
y tan fácil imaginárselo apoteósico.

lunes, 16 de noviembre de 2015

El lobo no es un turrón

Si el lobo se pudiera esquilar, ordeñar
o se pusiera de moda
en los restaurantes Michelín,
más de uno saldría a defenderlo
por defender su inversión en el sector.

Como nada de esto sucede,
y además come por sus propias fauces,
la administración y los ganaderos
lo consideran un bandido
que no respeta la propiedad privada.

Para tratar de resolver el problema,
convocan reuniones a las que asisten
representantes de todas las partes,
menos la del lobo.



sábado, 19 de septiembre de 2015

¡Volvemos a la carga!

Después de dos meses caminando por esos caminos de Francia, hemos regresado con muchas ganas de coger la cámara de vídeo y hablar sobre esos temas que tanto nos gustan. Así que ahí van los dos primeros vídeos.





viernes, 19 de junio de 2015

El politólogo y el político

El politólogo dice que desde la aparición de su partido ya están empezando a cambiar algunas cosas, y cita como ejemplo la abdicación del rey. Cuando en realidad, ahora tenemos dos reyes alojados en plena espaldachepa.

El politólogo cita de memoria a Buster Benjamin: "En momentos de cambio se generan unas expectativas que pueden no convertirse en realidad, pero suponen un excedente de utopías que las siguientes generaciones pueden reivindicar". Sin embargo, no dice nada del gran Ego Perkins, que todo lo emponzoña.

La situación actual es un buen ejemplo de ello. Cuando el politólogo se mete en política, habla de su partido como un instrumento al servicio del cambio (hacia aquellas utopías que quedaron atrás, digamos en la Transición). Pero se lleva tal cantidad de aplausos pueriles y ataques viles, que en poco tiempo le diagnostican carcomición de bazo con peligro de extenderse al duodenoano, es decir, la política le empieza a dejar secuelas en el Ego Perkins. Ahora ya no habla de su partido como instrumento al servicio del cambio; habla de que su partido es el cambio. Por eso, cuando le preguntan por la posibilidad de presentarse a las elecciones generales en una candidatura de unidad, junto a otros grupos afines o casi delfines, responde que su candidatura es la unidad y todos los que quieran unirse a ella serán bienvenidos.

El politólogo explica en sus clases el libro de Maquiavelo; en su escaño, el político es el propio príncipe de Maquiavelo.

jueves, 14 de mayo de 2015

Ética versus política

Imaginemos por un nanomomento que las calles de nuestras ciudades y poblaciones y las entradas a las áreas de descanso y zonas recreativas estuvieran cochambrosas de suciedades del estilo: restos de tabaco emboquillado, restos de papeles para limpiarse las legañas, trocitos de cupones de la ONCE y, por qué no decirlo, pedazos de todos los colores y tamaños de ese material tan de moda para cubrir enormes extensiones de océano llamado puto plástico.

Imaginemos por un nanoinstante que es así.

Imaginemos a continuación que quisiéramos acabar con la suciedad que nos rodea por la vía rápida. ¿Qué podríamos hacer?

Hay dos maneras de solucionarlo: la manera ética y la manera política.

Según la ética, no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia. Es decir, machote, mira a ver qué estás haciendo porque lo estás poniendo todo perdido.

Según la política, no pasa nada, sigamos así. Se pondrán más papeleras, que algún político habrá encargado a una empresa adicta al partido del poder, para que todo vuelva a quedar tan sucio y poluto como antes.

La manera ética nos pone entre la espada y la pared para que podamos entender el problema tal y como es, sin chocolatinas de por medio: cabronazo, esto es lo que hay, ¿qué piensas hacer o dejar de hacer?

La manera política siempre nos ofrece una salida luminosa, fácil y con tanta azúcar que podría acabar con la dentadura de un tiraburonsauiro. No te preocupes por nada golden boy, todo está bien golden girl, y tira palante por el camino que ya te he marcado.

Tal y como están las cosas, imaginemos para terminar que la política es una elección cada cuatro años, y que la ética es la elección de cada día. 

A partir de aquí, imaginemos lo que imaginemos que sea rápido, porque no quedan colores en el arcoíris para el próximo contenedor de basura semigaláctica sin dejar de ser ecolacrimógena.


Nuestro manual de ética de referencia




viernes, 8 de mayo de 2015

Nuestro amigo el cardo mariano

En el huerto no solo es interesante lo que plantamos, sino también lo que crece de manera espontánea. Como el maravilloso cardo mariano, cuyas hojas acaban de vez en cuando en nuestro batidos y ensaladas. 
Y para mostraros una de las múltiples maneras de comerlo, aquí va el vídeo de hoy. ¡Esperamos que os guste!



viernes, 1 de mayo de 2015

Masanobu Fukuoka

¿Puede el agricultor que menos suda sacar la cosecha más abundante?

¿Puede el agricultor que gasta menos dinero en cultivar un buen terreno obtener la cosecha más estupenda que tus preciosos ojos hayan visto?

La respuesta es sí, y el agricultor se llama Masanobu Fukuoka.

Pero, ¿cómo lo hacía? Afortunadamente, nos ha dejado varios libros en los que explica su manera de trabajar la tierra, o mejor dicho, su manera de no trabajar la tierra, que según sus propias palabras se llama 大 篆 書, lo que traducido del japonés al inglés y del inglés al español viene a significar: la agricultura del no hacer.

En el mundo ecoagricultureta, los libros de Fukuoka son bastante conocidos, pero siempre que nos juntamos entre nosotros nos preguntamos lo mismo: ¿cómo hostias hace para no hacer?
Al fin y al cabo, decimos, aunque no utilices la química mortuoria, si quieres vivir de la finca, tienes que motoarar, motoestercolar, podar, injertar, instalar el goteo para que la fruta se hinche e, inevitablemente, luchar contra las plagas a base de sustancias permitidas por la agricultura con sello ecológico. Es imposible no hacerlo.

Una tarde estaba yo hablando con un chavalote en un C.S.A. precisamente de este asunto ,y justo en el mejor momento de la conversación, sonó el móvil.

-Perdona -me dijo.
-Vale tío -dije yo.

Mientras él hablaba, yo seguí dándole vueltas al tema para, en cuanto el chavalote terminara la sesión de telefonía, abuchararle con algo contundente que me permitiera percutir del tirón sobre su oreja, ñam, ñam, y llevar la iniciativa de la conversación.

-¿Qué decías? -preguntó al colgar.

Yo le iba a soltar una cosa que ya tenía ensayada, pero en ese momento me vino una nueva idea a la cabeza y contesté:

-Tronco, pues que Fukuoka no tenía teléfono móvil, ni fijo, ni wi-fi-wi-fo. Tampoco quedaba con los colegas para ir a la bolera, ni utilizaba motomáquinas de ninguna motoclase. Además, vivía en una choza humilde sin luz ni agua, plantaba poco y lo que plantaba era de variedades pero que muy adaptadas de toda la vida al entorno. Se alimentaba con una dieta básica, fresca y de temporada, y dedicaba bastante tiempo a practicar la respiración consciente, chakra para arriba chakra para abajo, y a pasear por la finca maravillado por todo lo que encontraba. ¡Oh, qué flor más hermosa! ¡Vaya, qué hostia se acaba de pegar aquel pájaro!
-¿Cómo dices?
-Pues que llevaba una vida sencilla y por eso no tenía que hacer nada. Todo lo que necesitaba lo tenía a mano, a pierna o lo llevaba consigo en forma de la alegría de estar vivo, consciente y sin tener egofantasmas interiores ni paranoias colectivas, además de...
-Perdona otra vez... Sí, dime, te oigo fatal...

Masanobu Fukuoka, no sé si lo he dicho ya, tenía una perilla parecida a la que yo me estoy dejando y una expresión en la cara que ya me gustaría a mí.

La gente hace cualquier cosa con tal de parecerse
a sus ídolos. Si lo sabré yo.





viernes, 3 de abril de 2015

Convocatoria para plantar azufaifos

Se hace saber al público en general que el próximo sábado al mediodía, en la plaza del Ayuntamiento de Arenas de San Pedro, se repartirán plantones de hermosos azufaifos para que buenamente, de forma individual o colectiva, sean plantados en los lugares que se tenía por costumbre verlos crecer.

Se hace saber al estimado público que las innumerables propiedades nutritivas del azufaifo son muchas y variadas. A saber:

-Para el desayuno de los niños es 152.544 veces mejor que cualquier sucedáneo del cacao.

-Para las personas achacosas del pecho resulta ideal por su poder balsámico a la vez que refrescante.

-Para los deportistas proporciona 333.892 veces más punch energético que cualquier energy gel, y además no viene envasado en botecito de plástico.

-Etc, etc.

Se recuerda al público en general que el azufaifo ya viene con espinas, aguanta temperaturas de hasta 15 grados bajo cero y no se le conocen plagas ni cooperativas que obliguen a cultivarlos de calibre extra.

Así mismo, se hace saber a todos los interesados en el tema que si por cualquier razón peregrina no pudieran acudir a la convocatoria, que no se preocupen, porque solo hemos conseguido tres plantones y ya me encargo yo mismo de ponerlos en su sitio.

Se hace saber, para ir terminando, querido y admirado público, que también se puede participar plantando un azufaifo por Internet con tan solo pinchar donde dice pinchar aquí.

Entusiasta a punto de plantar un precioso azufaifo

lunes, 9 de marzo de 2015

Surgiendo de la nada, alcanzamos las más altas cotas de la miseria

De la inviolabilidad del dictador, a la inviolabilidad del rey.

De curar enfermedades como el sarampión, a crear otras nuevas como la fibromialgia.

De la universidad dirigida ideológicamente, a la universidad dirigida empresarialmente.

Del estraperlo, a extraerlo directamente del Monte de Piedad de Madrid.

De devaluar la peseta para favorecer las exportaciones, a rebajar los sueldos para favorecer la competitividad.

De la mala alimentación por escasa, a la mala alimentación por exceso de grasas poliascosaturadas.

De a la vuelta lo venden tinto, a la hipoteca que me aprieta el cinto.

De la moneda única después de trabajar de sol a sol, a la moneda única que Bruselas parió.

De coger las colillas del suelo para poder fumar, a tirar las colillas al suelo como hacía don Fulano de Tal.

Del chabolismo, a las urbanizaciones a medio terminar.

En fin, de querer cambiar el planeta, a querer cambiar de planeta. 

(Dicen que ya están poniendo a la venta cuadrículas en Satúrpiter, y que a los 500 primeros propietarios terrícolas les van a regalar una cómoda escafandra y una práctica aspiradora para limpiar el polvo cósmico, que por lo visto se cuela por la más mínima rendija).

jueves, 26 de febrero de 2015

¿Estamos preparados para cambiar algo? II

Resulta que, por lo visto, tengo las mejores lechugas al oeste del río Pecos. Y no es que lo diga yo, henchido de orgullo por ser el padre de las criaturas, sino que lo dice la doctora Pepi, propietaria del famoso laboratorio de análisis que lleva su nombre. La susodicha, después de analizar las mis lechugas por los cuatro puntos cardinales ordenados de mayor a menor, exclamó al darme los resultados:

Sus lechugas son excelentísimas. ¡Joder!, son las mejores lechugas que he analizado en mi lechuguina vida. ¡Enhorabuena!

Con la confianza de unos análisis tan favorables, cogí las lechugas, una mesa y una silla y me fui al Mercado de la Tierra que se celebra los sábados por la mañana con la idea de venderlas. Una vez montado el semichiringuito, y a modo de reclamo publicitario, puse el cartel de moda: LECHUGAS PERO QUE MUY BUENAS.

La cosa se me dio muy bien, y vendí las 23 lechugas que llevaba, menos 3 que me comí allí mismo.

A la semana siguiente todo fueron elogios:
Tronco, ¡qué lechugas más buenas! –decían los clientes.
Gracias, aquí tienes mi dirección por si quieres comprarlas a diario respondía yo.

Y ahí empezaron los problemas.
Es que, claro, tengo poco tiempo y acercarme hasta tu casa solo para comprar lechugas, como que no. Si tuvieses fruta, arroz integral, pan de madre, leche fresca y cosas así sería estupendo.
Tipo supermercado comenté yo.
Exacto.
Pero ecológico.
Pues sí.
Pues no. Yo tengo lechugas de calidad a un precio muy bueno. Además, para ser honesto, solo puedo cultivar con amor lechugas y alguna cosilla más. De todas formas, puedes encargarle la compra a Paco, el intermediario ecologista, que mueve productos de calidad y reparte a domicilio.
Ya, y gana más que los propios agricultores a los que compra la mercancía.

En fin, que llegamos a un callejón sin salida y ahí se quedó el asunto.

Menos mal que, por lo bajini, también vendo una cosita de la huerta a una clientela que no se corta lo más mínimo en pasarse por mi casa a recogerla. Porque como tuviera que esperar a los consumidores ecologistas, concienciados, solidarios, espantílagos, pensulforinos y cosas por el estilo, nunca podría permitirme esas más que merecidas vacaciones de luxe en Satúrpiter.

lunes, 23 de febrero de 2015

Presentación de "Cancionero tradicional de Satúrpiter"

Empecé a escribir este libro a finales de octubre de 2013, sobre todo por las mañanas. A principios de diciembre, el libro estaba ya bastante avanzado y yo, totalmente acabado. Me encontraba vacío, no podía escribir más. Necesitaba descansar de todo en general, así que me cogí unas vacaciones.

Una semana en un balnerario, dos en Shangri-La y 15 días trabajando de secretario con la juez Alaya después, volví a sentirme fresco, y en cuanto llegué a casa me puso a escribir otro taco de folios. Tras ese nuevo arreón, contaba ya con material suficiente. Solo tenía que expurgar el trigo de la paja y quedarme con la paja para hacerme un sombrero de paja, y con el trigo, para hacerme un pan de trigo trigo.

A finales de octubre de 2014, el libro estaba pasado al ordenador, a falta de solucionar unos cuantos flecos de algunas historias, sin maquetar y sin título.

Durante noviembre y diciembre fui puliendo todos los detalles, y para enero de 2015 el libro estaba preparado para llevarlo a la imprenta, pero seguía faltando el título.

No lo veía por ningún lado. Lo intenté todo. Visité todas las chatarrerías de la zona y nada. Incluso encargué varios títulos por internet, pero no me los mandaron porque andaba huérfano de número de cuenta. Hasta que un día por la calle, de la manera más espontánea, apareció delante de mí un personaje que casi no se tenía en pie y al que yo no conocía de nada, y que me dijo:

-¿Dónde te metes, cabronazo? Que no se te ve el pelo. Ni que te hubieras ido a Satúrpiter.

Seguramente me estaba confundiendo con un ser querido, pero daba igual. Lo importante era que ya tenía título. Lo había encontrado.

Finalmente, el 1 de febrero de 2015, el libro se convirtió en un objeto que se podía pesar, medir, leer y comprar aquí mismo.

Un saludo, 23-2-2015.




Si quieres leer los primeros microrrelatos y poemas del Cancionero tradicional de Satúrpiter, pincha aquí.
Y si te apetece comprar el texto completo pincha aquí para la versión en papel y aquí para la versión kindle. 

miércoles, 18 de febrero de 2015

¿Estamos preparados para cambiar algo?

Yo estuve en un grupo de consumo y fue maravilloso durante un día. Íbamos a cambiar el mundo sin necesidad de cambiar un solo hábito de nuestras vidas.

Después del discurso inaugural, pasamos a discutir la lista de alimentos que debían ser la base del pedido.

Entonces, empezó el lío.
Yo quiero quinoa ecológica, aunque sea de a tomar por culo dijo uno.
De nada sirvió decirle que la avena le sentaría mejor, y que además ayudaríamos a unos conocidos que estaban empezando a cultivarla.

Yo quiero gofres ecológicos para el desayuno de mis hijos exclamó otro.
De nada sirvió decirle que cuando los gofres llegaran, estarían más secos que los que venden en la tienda de la esquina.

Yo quiero Yogui Tea añadió el de más allá.
De nada sirvió decirle que eso era mejor comprarlo a título personal en el herbolario.

Yo creo que deberíamos pedir solo lo básico: harina, arroz integral, azúcar sin refinar... comentó otra.
De nada sirvió, porque saltó una y remató la faena con el argumento de que el grupo era un espacio de libertad.

Ni que decir tiene que el grupo duró lo que duró el entusiasmo de los tres más entusiastas, y que cuando la movida se acabó, todo el mundo volvió a hablar de quedar algún día para hacer algo juntos.

martes, 10 de febrero de 2015

Jinetes de la tormenta

Los días 4, 5 y 6 de febrero la naturaleza celebró unas jornadas de puertas abiertas para que pudiésemos deleitarnos con todo lo que guarda en el armario de invierno: nieve, frío, hipogritos huracaventosos, isobaras bravas y cosas por el estilo.

Fueron días verdaderamente duros. Las puertas crujían, las ventanas chirrichiaban, las persianas se deshilachaban y las tejas más aventureras se atrevían a experimentar la fuerza de la gravedad.

Las calles estaban casi desiertas, y el que se atrevía a salir iba despeinado, de mal humor y desprendía el típico aliento aguardentoso del que quiere calentarse por la vía rápida.

A las 6 horas del día 7 volvió la calma, y recuperamos la maravillosa sensación de que nuestros únicos problemas son la precariedad, la corrupción y la contaminación. Por la tarde cogimos la cámara y nos fuimos a dar un paseo por los montes de alrededor para hacer un reportaje. Desgraciadamente, cuando nos encontramos con un diplodocus de tres cabezas, que se creía extinguido, nos quedamos sin batería. Pero bueno, la vida es así. De todas formas, pudimos grabar hechos curiosos y seres peculiares dotados de vesículas biliares que hablaban y todo.

Aquí os dejamos el vídeo de aquella tarde (http://youtu.be/TzkHcT7-FhM).
Un saludo.



viernes, 30 de enero de 2015

Jabón de sal

Muchas veces en la vida sucede que sumando una casualidad a otra casualidad da como resultado un estupendo jabón de sal. Al menos eso me ocurrió hace algunas semanas. Estaba tranquilamente limpiando a dos manos las telarañas de un cuarto oscuro que debe de estar situado en la parte trasera del cerebro humano, cuando oigo el típico estropicio que forma un armario al caer. Efectivamente, en la habitación de al lado un armario acababa de caerse, con tan mala suerte que uno de los cacharros que hizo trizas contenía la sal. Bueno, cosas peores se han visto. No pasaba nada.

Dos días después, estaba de nuevo en el Mercado de la Tierra que montamos con unos amigos, cuando apareció nuestra amiga Ángela. Después de los besos, abrazos e intercambios de vestuario de rigor, me contó que su hermana estaba de médicos por un asunto muy delicado y me preguntó que si tenía jabón de sal, precisamente en un momento en el que ni siquiera tenía sal para la vida diaria. ¡Vaya tela!

Así pues, las estrellas se habían confabulado para que me pusiera a trabajar en ese jabón de sal. Nada más llegar a casa, y después de tomarme un té, caminar por las nubes y peinarme mirándome directamente la palma de la mano libre, me puse a fabricar el jabón, que con mucho gusto os presento.

INGREDIENTES: aceite de oliva virgen extra, agua, hidróxido sódico y sal marina.

PROPIEDADES: gran contenido en minerales, como manganeso, zinc, calcio, potasio y yodo, que son muy beneficiosos para los músculos, reafirmar la piel y mejorar la circulación de la sangre. Además, al igual que los baños de mar, ayuda a mejorar problemas de la piel como la psoriasis.

CONSISTENCIA: duro y ligeramente áspero al tacto en seco. Al contacto con el agua, la sal se va disolviendo y el jabón resulta suave y agradable.

INDICADO PARA PIELES: normales o grasas.

NO INDICADO PARA PIELES: maduras o delicadas.

RECORDATORIO: este jabón es exfoliante, es decir, limpia las células muertas que van quedando en la epidermis e impiden una correcta transpiración. Muchas veces pensamos que necesitamos aplicarnos algún producto para que nuestra piel mejore, cuando en realidad lo único que nos hace falta es una buena limpieza.


Jabón de sal

Y para terminar me gustaría recordar que la sal ha sido un producto muy valorado a lo largo de la historia, como se aprecia en este fragmento del libro Ébano, de Ryszard Kapuscinski.

    En esta parte de África, entre los hombres del Sáhara y las sedentarias tribus del Sahel y de la sabana, existió durante siglos un intercambio de mercancías que se conoce por el nombre de comercio mudo. Los hombres del Sáhara proporcionaban sal y a cambio recibían oro. Esa sal (un producto buscado y precioso, sobre todo en el trópico) la traían sobre la cabeza los esclavos negros de los tuaregs y de los árabes, desde el interior del Sáhara seguramente hasta las orillas del río Níger, donde se llevaba a cabo toda la transacción. "Cuando los negros alcanzan las aguas del río", relata Alvise da Ca'da Mosto, un mercader veneciano del siglo XV, "cada uno de ellos hace un montículo con la sal que ha traído y lo marca, tras lo cual se alejan todos de la ordenada fila de esos montículos, retrocediendo a una distancia de medio día en la misma dirección de donde han venido. Entonces llegan unos hombres de otra tribu negra, hombres que nunca enseñan nada a nadie y con nadie hablan: llegan a bordo de grandes barcas, seguramente de alguna isla, desembarcan en la orilla y, al ver la sal, colocan junto a cada montículo una cantidad de oro, tras lo cual se marchan, dejando la sal y el oro. Una vez se han ido, regresan los que han traído la sal y si consideran suficiente la cantidad de oro, se lo llevan dejando la sal; si no, dejan sin tocar la sal y el oro y vuelven a marcharse. Entonces los otros vienen de nuevo y se llevan la sal de aquellos montículos junto a los cuales no hay oro; junto a otros, si lo consideran justo, dejan más oro o no se llevan la sal. Comercian precisamente de esa manera sin verse las caras y sin hablar unos con otros. Tal cosa dura ya desde hace mucho tiempo, y aunque todo el asunto parece inverosímil, os aseguro que es verdad."

jueves, 22 de enero de 2015

Cómo hacer jabón y no morir en el intento

Muchos amigos, a lo largo de estos años, nos han preguntado cómo se hacía el jabón y siempre, mejor o peor peinados, les hemos contestado con amabilidad, dándoles  las instrucciones de viva voz y las cantidades e ingredientes manuscritos sobre la marcha.

Pero bueno, todos sabemos que un billete de 3,5 euros de curso legal vale más que un billete de 500 del Monopoly, es decir, que una imagen vale más que mil palabras, y además, se pueden apreciar detalles totalmente secundarios que nada tienen que ver con el tema principal, pero que dan mucho juego (atentos a las zapatillitas que gasta el personaje masculino del vídeo).

En cualquier caso, aquí va el vídeo que hemos preparado para enseñar a hacer jabón jabonoso, por no decir jabón ajabonado.

Nos gustaría señalar que este jabón, además de fabricarlo y venderlo, lo usamos en nuestra vida cotidiana para fregar los cacharros de la cocina y como detergente para la lavadora, con el consiguiente ahorra de dinero y contaminación que no acabará en el río.

Si después de ver el vídeo intentáis hacer jabón y os surgen dudas, con mucho gusto responderemos a todas vuestras cuestiones. De hecho, hemos puesto a una persona muy parecida a mí para que se encargue de contestar las dudas en un plazo máximo que podría ser mínimo minimórum.

Recibe un cordial saludo.







sábado, 17 de enero de 2015

El fútbol contra la escuela

Miguelillo lleva a la escuela una mochila con la foto a todo color del famoso futbolista Lucas Jamelgo.

Miguelillo tiene la camiseta de la selección española.

El mismo Miguelillo del que venimos hablando se arropa con el edredón oficial del equipo campeón de la liga.

No es de extrañar que, cuando Miguelillo está en clase de lengua, le diga al profesor que para qué hostias tiene que aprender sintaxis, si él lo que quiere es meter golazos por toda la escuadra. Aunque luego no llegue a futbolista, y de los 140 caracteres, le sobren la mitad.

martes, 6 de enero de 2015

Cosas que hacer en el punto más occidental de Europa



"Con la concha de un mejillón se escribe muy bien en un folio DIN-A Playa." 31-12-2014





"A veces los pies tienen más facilidad de palabra que la propia boca."










"Los pies escriben sobre la arena,
las manos caminan sobre el papel."