Qué gusto da saber latín
para llamar a las plantas del huerto
por su nombre.
Buenos días por la mañana, Lavanda Officinalis,
y ella sola se viene arriba.
Buenos días, Tomate Tomatoe,
y qué cantidad de ricos tomates.
Buenos días, Cannabis Sativa,
y cuánta mandanga de calidad.
Incluso las plagas se cortan
y se van a joder el huerto del vecino
con tal de no molestar
cuando las llamas por su verdadero nombre.
Puede parecer asombroso, pero no lo es.
Al fin y al cabo, incluso nosotros mismos
nos venimos arriba cuando nos dicen:
"Sí, bonito, lo que tú quieras".
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