lunes, 31 de octubre de 2016

Últimamente la ciencia solo descubre cosas que ya se sabían por los bares

Hasta ahora, la comunidad científica negaba las relaciones entre neandertales, esas buenas gentes que vivieron sus mejores tiempos alrededor del 228.000 a.C., y los cromañones, unos seres que aparecieron hacia el año 40.000 a.C. y que todavía pululan por el planeta, debido a diferencias más que evidentes en su aspecto físico, capacidad de pensamiento simbólico, espíritu de liderazgo y tantas otras. Sin embargo, en unas excavaciones recientes se han encontrado evidencias que demuestran que neandertales y cromañones tuvieron relaciones al más alto nivel íntimo.

En los bares todo esto ya se sabía. No en vano están acostumbrados a ver todos los días a algún parroquiano enrollándose con la máquina tragaperras, sin que se sepa muy bien dónde empieza el parroquiano y donde acaba la tragaperras.

lunes, 24 de octubre de 2016

Dieta de sabores amargos

Después de mucho trabajo, ¡tenemos listo nuestro último libro de poemas, relatos y microrrelatos! Se titula Dieta de sabores amargos y está lleno de historias cotidianas, de personajes que puedes encontrar en los pueblos y de reflexiones, muchas reflexiones. 
Si te interesa leerlo, puedes adquirirlo aquí.
Y si prefieres que te lo enviemos nosotros directamente, mándanos un correo a gentelombriz@gmail.com.
Como adelanto, aquí va el primer poema del libro en forma de vídeo.
El humor es la mejor manera de enfrentarse a la verdad y salir reforzado. 

Muchas gracias a todos y esperamos que os guste.



lunes, 17 de octubre de 2016

Amigos para siempre

Hartos de la situación repugnantoide en la que vivíamos nuestra vida de campeones de la miseria, un grupo de personas formamos una asociación sin ánimo de lucro, asamblearia, expectorante y conmutativa para fomentar el interés por el interés general.

El primer día, nos juntamos en un parque para tratar el tema. De pie, formando un círculo, fumando el que quería, cada uno dio sus razones para estar allí.

-Me siento solo y busco compañía -dijeron cinco, casi de golpe.
-Me siento atrapada por la desidia y necesito un proyecto que me ponga en marcha -añadió otra.
-Vengo para no divorciarme definitivamente de mi pareja 
-explicó un chavalote a mi lado.
-Nosotros dos hace poco que vivimos por aquí y no conocemos a mucha gente -dijeron, no me acuerdo si dos o tres de ellos.
-Yo tengo tiempo por las tardes, después de dejar a los niños en clase de piano-bar -comentó otro.
-Yo quiero cambiar el mundo -concluyó el más joven.

Una vez puestas las cartas sobre la mesa, llegamos a la conclusión de que, en realidad, queríamos conocer gente con la que llenar algunos huecos de nuestra vida, por lo que debíamos transformar el proyecto en un Club de Amigos y proponer actividades como el parchís, los dardos o quedar para ver prácticos tutoriales en internet y, por qué no, algún vídeo de lo más interesante. Incluso, a última hora, ya más relajados, alguien propuso confeccionar, poco a poco, unos disfraces para desfilar en los carnavales todos juntos en plan charanga dando papaya.

Desde entonces nos va genial. Llevamos ya siete años, dos de ellos se han casado entre sí y ya vamos por 33 socios.

En cuanto al que quería cambiar el mundo, de la manera más elegante lo mandamos al paralelo 180 en su confluencia con el meridiano 23, para que se fuera curtiendo sobre el terreno.

lunes, 10 de octubre de 2016

Las manzanas del catedrático se pudren en el suelo

La fruta de las fotografías de abajo está cogida directamente de la propia tierra. Su denominación de origen, para más señas, es: "Recogida directamente del propio manto de la tierra". Por si acaso te da por buscar el sello que lo acredita, ya te digo que no existe, pero lo que sí te puedo asegurar es que llevo un tiempo hincándola el diente y está riquísima. Quizás lo único molesto sea que te crece un poco la perilla a lo Fukuoka. Al fin y al cabo, no todo el monte es orégano, sobre todo los lunes, cuando Atila ya ha vuelto a la ciudad tras el fin de semana.

Los árboles que la producen están en un terrenito bastante chulo que pertenece (hay sello que lo acredita) a un catedrático de arte. El tipo lleva su vida de universidad, de aula y pasillo, de que tal cuadro entra en el examen y tal escultor también. En fin, hace sus horas, firma los partes de asistencia y a final de mes, tracatrá, su majestad la nómina.

Por lo que él me cuenta, le faltan horas porque no paran de sacar libros con nuevas teorías, que tiene que leer para seguir dando pingües conferencias fácilmente desgravables, y no puede recoger la fruta de los árboles. Pero, por muy catedrático de arte que sea tiene que comer fruta, y si no la recoge la tendrá que comprar.

Y aquí es donde quería sacar el colmillo a pasear. Todos hemos oído hablar del arte en términos elogiosos, sin embargo el comportamiento del cátedra en este asunto es francamente bochornoso. Entonces, el arte...

El arte le ha servido para hacer dinero y vivir de perfil en su torre de marfil.


Por lo visto, el cátedra se va todo el verano a dar unas conferencias sobre pintura y transición española. Bueno, que le vaya bien. En cuanto a mí, tendré que afrontar el hecho de que durante una temporada no voy a pisar la frutería. Incluso, si me lo monto bien, puedo coger suficiente cantidad de manzanas como para desecar algunas y vendérselas al nota, ahora que empieza el otoño y viene con dinero fresco después de un ciclo de conferencias de verano. 

El otro día mordí una de las manzanas y descubrí un habitante. Entonces, abrí con cuidado sus delicadas manos de gusano y me encontré un papelito que decía: "El arte nos permite enfrentarnos con nosotros mismos en un escenario, para que no tengamos que enfrentarnos unos contra otros en un campo de  batalla". 



Esta es la fruta recogida del suelo. 


Se pueden apreciar puntos negros e irregularidades, aspectos que rechaza
el mercado y que, sin embargo, nada tienen que ver con la calidad de la fruta.

Aquí se ven dos melocotones: el de la izquierda lo compré ayer y un día después ya está medio pocho.
El de la derecha lo he cogido del suelo donde llevaba diez días. Aunque se ha
 deteriorado un poco todavía puede aguantar otros diez días hasta que me lo coma.

lunes, 3 de octubre de 2016

La boca dice NO a los peligros, mientra la mano acciona el ON de los beneficios

1.

Si hablamos de la energía nuclear, hay quienes piensan en la catástrofe solo cuando una central se empeña en hacer bum-bum en medio del telediario. Esta forma de pensar delega la responsabilidad de la seguridad de las instalaciones nucleares en el Estado, y se concentra en los beneficios de llevar una vida punto com.

Sin embargo, otros piensan que la propia existencia de las centrales nucleares es la verdadera catástrofe, y alertan del peligro que conlleva nuestra vida de ciudadano punto com, la cual es consecuencia, entre otras, de la causa nuclear. Esta forma de pensar argumenta que no se puede delegar la responsabilidad de la seguridad de las instalaciones nucleares en el Estado, porque el propio Estado es parte del emporio nuclear y por lo tanto, la energía nuclear forma parte de la estrategia política al uso, capaz, llegado el caso, de regalarnos declaraciones del tipo: "La central ha explotado tan solo una vez en 60 años. Tampoco es para tanto".

En cualquier caso, si alguna vez desaparecen las centrales nucleares, será por criterios comerciales. Es decir, en cuanto pongan a la venta las centrales nucleares de bolsillo. Y cuando nos preguntan a nosotros sobre el asunto, con la boca decimos NO a los peligros, mientras con la mano accionamos el ON de los beneficios.


2.

Si los ordenadores salieran así, como de la nada, podríamos decir que la bondad o maldad del aparato está relacionada con el uso que se haga de él. Pero como no es así, puesto que los ordenadores salen de una fábrica donde el magnate manda y los operarios se intercambian y para su fabricación se utilizan materiales y procesos tóxicos, queda claro que el ordenador pertenece al bando de la maldad, y el uso que se haga de él siempre contribuirá a fomentarla. 

En cualquier caso, si alguna vez dejan de utilizarse será por criterios comerciales. Es decir, en cuanto pongan a la venta el chip incorporateado. Y cuando nos preguntan a nosotros sobre el asunto, con la boca decimos NO a los peligros, mientras con la mano accionamos el ON de los beneficios.

3.

¿Podría alguna vez la boca decir NO a los peligros y accionar con la mano el OFF de los beneficios?

Si alguna vez eso ocurre, será porque hayamos vuelto a una vida donde afrontemos solo los hechos esenciales de la misma, que nos permita tener tiempo para dedicarlo a la contemplación.