Acostumbrados a buscar soluciones fuera de nosotros mismos,
a viajar en la nube que nos merecemos con tal de no curtirnos a ras de suelo,
a decir lo que queremos hacer con tal de no oír lo que debemos hacer,
en algún momento de nuestro viaje la sociedad generó tanto ruido
que resultó imposible seguir el ritmo que marca la naturaleza.
...
Acostumbrados a que los líderes se encarguen de nuestros problemas,
a mirar hacia otro lado para resultar más fotogénicos,
a olvidar que cuando hacemos lo que queremos solo nos crece el ego,
en algún momento de nuestro viaje cogimos una autopista
que solo existía en el GPS.
...
Las verduras de invierno tienen cantidad de vitamina C
para compensar la pérdida de vitamina C
que supone disponer de menos horas de luz al día.
De alguna manera, al comerlas, comemos horas de luz.
Las verduras de verano tienen cantidad de agua
para compensar la pérdida de líquido al sudar.
De alguna manera, al comerlas, comemos agua.
No tiene sentido comer horas de luz en verano
ni agua en invierno, y aún así, puede haberse convertido en la costumbre,
como si en algún momento de nuestro viaje
la alimentación hubiera dejado de ser medicina
y se hubiera convertido en adicción.
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