Se presta demasiada atención a Robin Hood y demasiado poca al bosque de Sherwood. Sin embargo, sin el bosque no existiría Robin Hood.
Robin fue expulsado de la ciudad de Nottingham por el sheriff a golpe de latigazos, y no tuvo más remedio que refugiarse en el bosque con el rabo entre las piernas.
Fue el bosque quien le dio cobijo y fue en el bosque donde pudo descansar hasta rehacerse de la somanta.
Fue en el bosque donde perfeccionó el tiro con arco, el mandoble de espada y la patada certera a la barbilla de su oponente.
Fue en el bosque donde reunió a su banda y donde perpetró sus asaltos más exitosos.
Fue en el bosque donde aprendió a repartir el botín entre iguales.
Fue el bosque el que creó al auténtico Robin Hood, y sin embargo, se presta más atención a la historia del bandido que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, que al bosque necesario para que tal historia pudiese ocurrir.