Con mano de obra inmigrante
y gas fulano a precio de hermano
se levanta un país hasta convertirlo
en la locomotora de Europa.
Pero, en el maravilloso mundo de la geopolítica
tender la mano al enemigo solo sirve
para que te la corte tu mejor amigo,
y cuando el gas dejó de llegar
la locomotora tuvo que frenar
y dirigir su rabia contra los inmigrantes.
(la mano de obra local, también sale barata).
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