7 meses tardaron en montarlos.
8 años funcionando hasta que al final petaron, porque los habían hecho con prisas al calor de las subvenciones, y los materiales utilizados eran, como todo en este mundo moderno, de chichiná, por mucho que lo anuncien como de alta tecnología.
10 años parados sin que nadie se hiciera cargo de ellos, hasta que una noche se solucionó al estilo cementerio de neumáticos.
¿Pero cuál es la riqueza de la montaña?
La respuesta sigue siendo la misma que en 1532:
Llegaron a una selva infinita de diversidad,
pero como solo querían oro
sintieron una desolación infinita.
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