jueves, 28 de marzo de 2024

Decían que había un yacimiento de tierras raras

 

Decían que había un yacimiento de tierras raras en la zona, y era cierto. 

Durante tres años, ocho meses y seis días, la extracción fue como la seda, y al día siguiente, de golpe, el yacimiento se agotó.

Era cierto que había tierras raras, pero, ¿cuántas tierras raras debe haber para seguir siendo raras? Ahora lo sabemos: tres años, ocho meses y seis días.

Después de ese periodo ya no quedaban tierras raras, solo una tierra muy rara.


jueves, 21 de marzo de 2024

Niño Laguartiguachi, niño Omikoyo

 

Al niño Lagartiguachi le regalaron muchos muñecos de flaymobil, pero, entre unas cosas y otras, 48 años después, no logra encontrar ninguno.

Al niño Omikoyo solo le regalaron un muñeco tallado en madera y, 58 años después, ahí sigue de llavero.

(Algún retoque ha tenido que hacer al muñeco en estos años. De hecho, del original solo queda la pierna izquierda, la cola de dragón y la sonrisa de hiena. Pero, a pesar de los retoques, sigue siendo el muñeco original, el mismo muñeco más la caricia del tiempo.)

jueves, 14 de marzo de 2024

Distintas maneras de adorar a Dios

 

Los  Pigimeos vivían en una selva impenetrable y, quizás por eso, adoraban a una figurilla tallada en madera a la que llamaban Yo-yo, y le dirigían una plegaria que empezaba así:

¡Oh, gran Yo-yo, tírate el rollo!,

porque la selva es muy grande

y nosotros muy pequeños.

Los Khanlai vivían en los espacios abiertos de las grandes praderas y, quizás por eso, adoraban a Kho-yo, mirando directamente al descomunal cielo, y le dirigían una plegaria que empezaba así:

¡Oh gran Kho-yo, tírate el rollo!,

porque la pradera es muy grande 

y nosotros muy pequeños.

Los Urbesitas viven en grandes ciudades donde por todo tienen que pagar y, quizás por eso, adoran a una cifra a la que llaman Chollo, y le dirigen una plegaria que empieza así:

¡Oh, gran Chollo, tírate todo el rollo!, 

porque la ciudad es muy grande

y yo soy muy pequeño.



jueves, 7 de marzo de 2024

Donde antes había vida, ahora solo queda capital

 

Donde antes había una huerta cultivada al natural, ahora hay un supermercado gestionado de manera comercial. Y ahí justo, donde han puesto una caja de patatas de las que traen de no sé dónde, había una planta de patatas que daba dos cajas.

Donde ahora hay una pesa electrónica enchufada a una empresa del IBEX, antes había una romana que hacía el servicio sin necesidad de conexión.

Donde ahora hay cajas de cartón vacías, palets y envoltorios plásticos, antes había un montón de compost muy del gusto de las lombrices.

Donde antes había un rosal precioso, ahora hay un póster de un campeón de mundo que nos invita a aprovechar la oferta de tres yogures mangobongo al precio de tres y medio.

Donde antes había vida, ahora solo queda capital.