martes, 30 de abril de 2024

Fifty-fifty con las avispas comunes

 

No son avispas caníbales, son avispas comunes que están a lo suyo, como las abejas, y basta que tú también estés a lo tuyo trabajando con las manos, para que ninguna te pique.

Son solo avispas comunes buscándose la vida alrededor de otro buscavidas, con el que van fifty-fifthy para dar y tomar de la parra.

Y si alguna te pica sin querer alguna vez, te aplicas crema de caléndula para que te aplaque. Y si algunas cuantas se recrean en un racimo que no les corresponde, le aplicas un pulverizado suave de agua, jabón, vinagre y timbre.

Son avispas comunes, no son expansivas y así es muy difícil que en una relación surjan problemas.

martes, 23 de abril de 2024

Las lluvias de Semana Santa, la basura y los bienes

 

1.

Unos dicen, con tristeza, que con las lluvias de Semana Santa no van a salir las procesiones.

Otros dicen que es más triste que esas mismas lluvias vayan a causar estragos en la cosecha de cerezas, debido a que los árboles están en plena floración.

Por su parte, los turistas circulan por las vías habilitadas para el ocio, hasta que una voz interior les dice que estarían mejor en cualquier bar.


2.

Este lunes estaba la gente contenta en el pueblo. El fin de semana había estado cargado de acontecimientos, desde una convención de coches clásicos hasta un espectáculo de lucha de vetones contra romanos.

Incuso las calles estaban preciosas con todos los contenedores y las papeleras petadas a reventar, lo que hacía que el personal se frotara las manos, como si fuese la basura y no la nieve la señal inequívoca de que el año sería de bienes.


viernes, 19 de abril de 2024

Ese Calvino enganchado al púlpito


Está ese Calvino enganchado al púlpito y no hay manera de que te deje subir un rato a echar un poco de sermón. Aunque solo sea para decir que sí, que bueno, que la Santísima Trinidad serán tres pero muerden como uno, y que la predestinación será todo lo doble que tú quieras, pero puede que Dios no haya oído hablar de ella.

En cualquier caso, practiquemos la tolerancia en general y la buena convivencia en particular, aunque ello nos aleje del auténtico Dios verdadero.

En realidad, todos tenemos una manera tan especial de convertirnos en polvo que, de seguro, nos abre las puertas del cielo.