Dios creó el mundo,
pero lo que está en el mundo
no puede volver a Dios.
El mundo se retroalimenta a sí mismo,
la vida se sujeta sobre la vida que se cae.
Dios creó el mundo,
y luego se echó a descansar
y a disfrutar del espectáculo.
Y todo aquel que trata de escapar,
Dios lo coge por el alma
y lo devuelve a la tierra
para provecho de la comunidad.
Y a mí me parece bien,
ser mantillo atento a la jugada
que te devuelva a la vida.